Es un error pensar que lo único necesario para que una empresa crezca y perdure, es la rentabilidad. Los indicadores financieros positivos, ya no garantizan ni el desarrollo sostenible de una empresa.
La gente, dentro y fuera de la organización, es la que decide ahora sobre la sobrevivencia, el crecimiento y la trascendencia de la empresa.
El punto de partida, es poner de nuevo el enfoque en la gente, e implica ir más allá de la norma y lo mínimo establecido. Depende del impacto que la empresa tenga en la sociedad, en términos económicos, ambientales, éticos, de bienestar y salud.
Y claro está, todo comienza desde dentro, en casa.
Por eso la importancia de crear y promover espacios que sean inclusivos, empáticos, respetuosos, colaborativos y con propósito, porque partimos del hecho de que la gente es el principal activo de la empresa.
Al priorizar el bienestar y la satisfacción de los empleados, se logran ver las mejoras sustentables que se desean: Retención de talento, mayor productividad, creatividad e innovación, mejores resultados y también satisfacción de clientes.
El camino a la trascendencia implica ver lo que aún no habíamos podido ver y encontrar soluciones a lo que pensábamos que no tenía una:
- ¿Cuál queremos que sea nuestra estrategia y nuestro caminar de ahora en adelante?
- ¿Qué es lo que necesitamos ajustar con urgencia dentro de la cultura empresarial?
- ¿Cuáles son las ideas y patrones sin más sentido, que ya debemos dejar atrás?
- ¿Cuáles son los puntos de vista que aún no comprendemos y que son realmente relevante?
- ¿Cuáles son los cambios y retos que necesitamos abrazar ya?
- ¿Cuáles son los intereses y objetivos que más se alinean con el propósito principal de la empresa?
¿Cómo queremos fomentar aún más el trabajo en conjunto, el desarrollo personal y del equipo?
Con las bases de la estrategia de marca y de negocio bien definidas y con todos a bordo teniendo claro el propósito, visión, misión y valores de la empresa, el tránsito se puede dar gradualmente, escalón por escalón en un ascenso por la Pirámide de Maslow hasta llegar a la cima.
Una vez que se tiene estabilidad y desarrollo sustentable, los grandes retos los encontraremos en las últimas 2 etapas, después de satisfacer las necesidades de valoración y reconocimiento de nuestra gente, cuando entramos a la autorealización y trascendencia.
El avance por estos últimos escalones, dependerá muchísimo del nivel de compromiso y autoconocimiento de cada uno en el equipo, de su nivel de consciencia y su capacidad de liderazgo, sin dejar a un lado, la participación de la empresa en el desarrollo de dones, talentos y el potencial individual de cada profesional.
El camino que trasciende no es para todos, es sólo para empresas realmente comprometidas, que deseen jugar en altas ligas, ser realmente innovadoras y capaces de abrirse el paso por caminos desconocidos.
Esos últimos 2 escalones de la pirámide, requieren que seamos más arriesgados, más valientes y perspicaces, para lograr dar lo que parece un salto al vacío.
Un salto que pondrá a la empresa y a toda su gente en un punto trascendental, transitado desde el propósito, la empatía y la intuición.
Alma 🌸
Alma Seidel 🌸
Coach Transpersonal & Ejecutivo.
Convierte los retos en logros y satisfacción.
Abre tus alas y avanza.
Platiquemos y veamos tu caso, agenda gratis una primera plática.
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(Este artículo también ha sido publicado dentro de la Revista CLI, una revista exclusiva para el crecimiento personal, profesional y empresarial bajo el liderazgo de Monica Araque)